Descripción
Sus padres se ocuparon en conocer y disfrutar los paseos de la ciudad de México. Sus padres la llevaron a Chapultepec, a lo que ahora se ha dado en llamar el viejo Chapultepec. Su padre le mostró ahí un pozo abandonado lleno de hiedras, bastante profundo y bordeado por una reja metálica, donde, le explicaba, se escultura blanca, un cuerpo de mujer decapitado con unas desproporcionadas alas abiertas (muchos años más tarde Silvia llegó a encontrarse con la escultura original, imponente desde lo alto de una escalera en el Palacio del Louvre, y la identificó con esta Victoria de Samotracia que ahora contemplaba). Luego descendían por la ladera opuesta y bordeaban el lago. A partir de un sitio solitario y hermoso entraban a la angosta Calzada de los Poetas.
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