Descripción
Obras maestras de la literatura en menos de una hora de lectura
Pocos, muy pocos personajes épicos en la historia han logrado, como Rodrigo Ruiz Díaz de Vivar, el llamado Cid Campeador, arrastrar la pasión popular por sus hazañas y convertirlas en leyenda. Sus proezas, durante siglos, fueron contadas, de pueblo en pueblo, por trovadores ambulantes, hasta convertirlas en parte del mito fundador de lo que llegaría a ser España. En el siglo que vivió el Cid, el once de nuestra era, en la península Ibérica convivían y disputaban califatos moros y reinos cristianos, peleaban entre si por la tierra y las riquezas, para ello se unían sin importar el reino, el califato o la religión. La historia de nuestro Cid Campeador, se desarrolla en ese ambiente de lucha y de guerra bestiales, en donde la línea entre los bandoleros y los hombres de bien es tan tenue como el aire. Pero en donde para el Cid el honor, el valor de la palabra, la valentía y la religión son su esencia. Con ello cimienta el orgullo nacional de lo que sería la llamada reconquista de la península Ibérica y del nacimiento de España. Nuestro Cid Campeador, que por necesidad batalló, puesto en la silla ensanchó Castilla delante de su caballo. Y también, sin saberlo, cimentó lo que es hoy la hispanidad. — ¡Oh, Dios!, ¡qué buen vasallo, si tuviera buen señor!
José René Cruz Revueltas
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